La batería de litio es una batería recargable que tiene como componente principal de su sistema electroquímico el ion de litio, lo que le confiere una amplia gama de ventajas incomparables con las de las baterías tradicionales de plomo-ácido o níquel-cadmio.
1. Las baterías de litio son muy ligeras y compactas. Ocupan menos espacio y pesan menos que las baterías tradicionales.
2. Las baterías de litio son muy duraderas y tienen una vida útil prolongada. Pueden durar hasta 10 veces más que las baterías convencionales, lo que las hace ideales para aplicaciones donde la durabilidad y la fiabilidad son cruciales, como el alumbrado público solar. Estas baterías también son resistentes a los daños por sobrecarga, descarga profunda y cortocircuitos, lo que garantiza su seguridad y durabilidad.
3. El rendimiento de las baterías de litio es superior al de las baterías tradicionales. Poseen una mayor densidad energética, lo que significa que pueden almacenar más energía por unidad de volumen que otras baterías. Esto se traduce en una mayor capacidad y una vida útil más prolongada, incluso con un uso intensivo. Esta densidad energética también permite que la batería soporte más ciclos de carga sin un desgaste significativo.
4. La tasa de autodescarga de las baterías de litio es baja. Las baterías convencionales tienden a perder su carga con el tiempo debido a reacciones químicas internas y fugas de electrones de la carcasa, lo que las vuelve inutilizables durante largos periodos. En cambio, las baterías de litio pueden cargarse durante más tiempo, lo que garantiza su disponibilidad cuando se necesitan.
5. Las baterías de litio son ecológicas. Están fabricadas con materiales no tóxicos y tienen un menor impacto ambiental que las baterías convencionales. Esto es especialmente importante para quienes se preocupan por el medio ambiente y desean minimizar su impacto en el planeta.